Las personas afectadas por la fiebre del heno desarrollan una reacción alérgica a una forma concreta de polen, mientras que los demás tipos de polen no desencadenan en ellas ningún síntoma. Así pues, todo depende del sistema inmunológico de cada uno.
En España las plantas responsables de este tipo de alergias son las gramíneas, la parietaria, la grama y algunos árboles como el fresno, el platanero y especialmente el olivo.
La mitad norte con predominio de las gramíneas; la mitad sur, con predominios de pólenes de olivo y el área mediterránea de pólenes de parietaria.
La concentración de pólenes en el aire depende de la cantidad de plantas que hayan florecido durante la temporada.
Cuando los pólenes transportados por le viento entran en contacto con la nariz y los ojos, depositan allí las partículas de polen. Las reacciones mas frecuentes se traducen en lagrimas, una nariz irritada que gotea y estornudos repetitivos.
Eso sucede porque el sistema inmunológico de las personas alérgicas considera como peligrosas a sustancias inofensivas y lucha contra ellas de forma exagerada, con reacciones en hipersensibilidad a los componentes de las proteínas contenida en el polen de los árboles, los arbustos o las gramíneas.
Una de las causa es la incapacidad del sistema inmunitario para distinguir las sustancias nocivas de las inofensivas.
En el centro de Naturopatia y Medicina Biológica, esto dejó de ser un problema para la mayoría de nuestros pacientes, que se han despedido de ella para siempre.