El Saúco: propiedades y usos medicinales
El saúco es un arbusto o árbol de hoja perenne, de entre 2 y 10 metros de alto. Las bayas son verdes primero y negras cuando maduran. El tallo es hueco y frágil, con una médula blanca. No se debe confundir con su pariente el sauquillo o yezgo (Sambucus ebulus), cuyos frutos tienen una apariencia similar, pero son venenosos. Es fácil, no obstante, diferenciar ambas plantas, pues mientras el saúco es un arbusto, el sauquillo es una planta herbácea de no más de 2 m. de alto.
COMPOSICIÓN QUÍMICA
Aceites esenciales, taninos, flavonoides, carotenos, ácido fenólico, glucósidos, rutina, sambunigrina, vitamina C y B.
PROPIEDADES
Sudorífico, ligeramente laxante, antiespasmódico, sedante.
CONTRAINDICACIONES
Los frutos del saúco deben de consumirse siempre maduros, pues verdes son tóxicos
El saúco carece de efectos secundarios y en dosis correctas, es inocuo.
Al parecer, no tiene interacciones con medicamentos ni con remedios herbales, aunque habrá que tener cuidado en niños muy pequeños, mujeres embarazadas, enfermos del hígado y riñones.
USOS
• Los frutos y las flores de saúco son comestibles. Los primeros se pueden preparar en zumos, mermeladas, salsas, sopas, jarabes, vinos, licores, etc. (uso interno)
• El saúco es uno de los mejores sudoríficos (uso interno). Se emplea habitualmente en forma de infusión para tratar resfriados, gripes, enfriamientos, catarros de vías respiratorias superiores y también se puede tomar como médica preventiva de estas afecciones (uso interno)
• Excelente para bajar la fiebre, y calmar las congestiones de las vías respiratorias. (Uso interno-externo)
• Para el tratamiento del dolor de garganta. (Uso interno)
• Su corteza tiene propiedades diuréticas. (Uso interno)
• Para tratar ligeros trastornos nerviosos, causantes de insomnio, migrañas o dolores de cabeza. (Uso interno)
• En inflamaciones dolorosas como reuma, artritis o gota; pues es ligeramente analgésico. Además de sus ya comentadas propiedades diuréticas y depurativas. (Uso interno – externo)
• Sus frutos frescos y maduros se usan en tisanas adelgazantes.
(Uso interno)
• Como buen laxante, es eficaz contra el estreñimiento. (Uso interno)
• Para combatir las enfermedades hepáticas. (Uso interno)
• Es un depurador de la sangre, provocando efectos beneficiosos para problemas de la piel como eccemas y dermatitis. (Uso interno)
• También se usa en compresas para hematomas, contusiones y torceduras. (Uso externo)
• Eficaz para tratar las hemorragias nasales. (Uso externo)
• En aplicación externa, da buenos resultados para combatir las hemorroides, los furúnculos y la erisipela; colocando sobre la parte afectada un algodón o compresa, empapado con la infusión. (uso externo)
• Aplicando una loción con el jugo extraído por presión de las hojas tiernas, cura y desinfecta heridas, quemaduras, rozaduras o sabañones. (Uso externo)
• Si nos lavamos con una ligera infusión, contribuye a eliminar las manchas de la cara y los granos. (Uso externo)
• En conjuntivitis, aplicando sobre la zona afectada una cataplasma de sus hojas tiernas. Además de emplear compresas, también podemos realizar lavados de ojos con la infusión de las flores. (Uso externo)
• Para realizar enjuagues bucales contra la piorrea. (uso externo)
• Si introducimos el vapor resultante de la cocción de un puñado de flores secas de Saúco en nuestro oído, aliviaremos los dolores de oídos. (Uso externo)
• Si frotamos sobre la piel algunas hojas frescas de Saúco, que son insecticidas, repeleremos las moscas. (uso externo)
• Antiguamente se colgaban ramas de saúco en aquellos lugares donde existían animales, como caballerizas y establos, con la intención de expulsar a moscas y otros insectos volátiles. (Uso externo)
• Las hojas quemadas se han empleado como insecticida y la infusión de las hojas se empleó como repelente de mosquitos y, rociada sobre las plantas, para protegerlas de pulgones y orugas.
Sus flores se administran en infusión y pueden combinarse con menta, eucalipto y equinacea, sin efectos secundarios conocidos.
• La infusión de flores de saúco, se prepara con dos cucharaditas llenas de flores frescas o secas en ¼ litro de agua hirviendo. Se deja reposar unos minutos y se toma tres veces al día.
La infusión de las hojas tiene propiedades parecidas, pero su olor no es demasiado agradable. Se prepara de forma similar, con dos cucharaditas rasas de hojas.