El jengibre es un vasodilatador y anticoagulante natural que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y mejora el riego sanguíneo. Además, contribuye al descenso de los niveles de colesterol por la presencia de ácidos omega-3 en su composición.
Tanto en su uso externo como interno, alivia en gran medida los dolores articulares, artríticos o reumáticos, ya que es un potente antiinflamatorio y analgésico que mejora la movilidad de la zona afectada.
Entre sus beneficios también se encuentra el de ser antibacteriano, por lo que reduce problemas digestivos como los gases, meteorismos y diarreas, y también minimiza el riesgo de padecer úlceras y gastritis.
Una de las propiedades más conocidas del jengibre es su capacidad para aliviar las náuseas, ya sean propias del embarazo, las que se producen asociadas al mareo durante los viajes, o las resultantes de procesos de quimioterapia, puesto que es un anti-vomitivo natural.
Además de para las náuseas del embarazo, las mujeres pueden tomar jengibre para reducir los síntomas asociados a los dolores menstruales ya que, como decimos, posee efectos antiinflamatorios y calmantes.
El kion también está recomendado para los procesos gripales y resfriados porque baja la fiebre y alivia la congestión nasal. De hecho, también se recomienda a pacientes con sinusitis puesto que reduce la inflamación de los senos nasales.
Por último, está recomendada su ingesta para mitigar las jaquecas y migrañas, así como las molestias asociadas al síndrome de fatiga crónica (SFC). Masticar jengibre también alivia el dolor de muelas y mejora el mal aliento y, junto con la canela, son dos de los afrodisíacos naturales más conocidos que aumentan la libido, el deseo sexual y mejoran los problemas de erección.
Contraindicaciones y efectos secundarios del jengibre
A pesar de que el jengibre es una de las plantas con más propiedades y beneficios reconocidos para nuestro organismo, debe consumirse con precaución, puesto que también posee efectos adversos.
Por ello, la mejor opción antes de tomar esta planta de forma habitual es consultar con el médico, sobre todo si estás siguiendo algún tratamiento médico cuyo efecto pueda verse alterado por la interferencia del jengibre.
Entre sus contraindicaciones encontramos que no puede tomarse si las afecciones del aparato digestivo para las que resulta favorable –tales como úlceras, gastritis, colitis o enfermedad de Crohn– están activas.
También puede interferir en la formación hormonal del feto durante el embarazo, por lo que antes de tomarlo para reducir las náuseas es conveniente que lo consultes con tu ginecólogo que será quien te indique si puedes tomarlo o no y cómo hacerlo.
También hay que evitar tomarlo si los sangrados durante la menstruación son muy abundantes para que no aumente el riesgo de hemorragia.
En cuanto a la interferencia sobre los efectos de ciertos medicamentos, si el paciente toma medicación para la diabetes o bien debido a problemas circulatorios, es conveniente que consulte siempre con un especialista, puesto que el jengibre reduce y altera los efectos de dichos fármacos.
También puede producir reacciones alérgicas en su uso tópico, provocando erupciones en la zona tratada y reacciones oculares.