La madreselva verdadera, o fragante (Lonicera caprifolium), es una vigorosa trepadora que pertenece al género Lonicera.
Respecto a sus propiedades medicinales, la corteza y las hojas de la madreselva poseen efectos desintoxicantes, son diuréticas y sudoríficas, astringentes, curativas y, en dosis mayores, eméticas. Las bayas rojo anaranjadas, en cambio, son bastante venenosas.
Producen somnolencia y, como ocurre en la intoxicación por belladona, dilatan las pupilas.
El viejo Dioscórides, el «padre griego de la fitoterapia», prescribía semillas de madreselva para los trastornos del bazo, el cansancio y la respiración entrecortada.
Carl von Linné (Linneo), el fundador de la moderna taxonomía vegetal, le dio al género el nombre de Lonicera en honor al médico de Frankfurt Adam Lonitzer, llamado Lonicerus (1528-1586), que alababa las virtudes de la madreselva y recomendaba su empleo en los casos de «orina densa y sanguinolenta», y los trastornos renales, esplénicos y hepáticos.
Con las flores de la madreselva, los médicos herbolarios del Myddfai elaboraban un jarabe que empleaban para los resfriados, la tos, el asma, el reuma y los trastornos hepáticos.
Los galeses siguen ingiriendo con el mismo fin las flores crudas en verano. Con la corteza preparan una tisana que es eficaz contra la inflamación de los ganglios linfáticos y las paperas.
La madreselva de flor blanca (Lonicera japonica), además de ser uno de los remedios más importantes de la medicina china tradicional (figura en la obra clásica Pen Ts’ao de Shen Nung, del 3000 a. de nuestra era) lo es también de la moderna fitoterapia científica.
Se utiliza con éxito en las inflamaciones laríngeas, faríngeas, infecciones de las vías respiratorias, disentería, infecciones internas, cáncer, reuma, hepatitis, paperas y numerosas otras enfermedades.
Para los estados febriles, los chinos recurren a las flores de madreselva como nosotros a la aspirina.
Debido a su acción desintoxicante se comen en China los brotes frescos de madreselva para tratar las intoxicaciones por setas.
Los farmacéuticos chinos recogen las flores en verano, por la mañana, después de haberse secado el rocío, y las dejan secar a la sombra; las hojas y tallos, en cambio, se recogen en »torio y se secan a pleno sol.
En China aprovechan los beneficios de la madreselva para el tratamiento de gripes y resfríos una vez ya se ha alcanzado la fase aguda del proceso. Las propiedades febrífugas y expectorantes de la madreselva son un excelente complemento al tratamiento inicial con jengibre, mucolítico y antiinflamatorio.
Además la madreselva presenta propiedades antisépticas a nivel general, y balsámicas a nivel del aparato respiratorio. Estas propiedades medicinales de la madreselva se ven complementadas por su contenido en carvacrol y luteolina, agentes antitusivos.
También protege el hígado, debido a sus propiedades diuréticas y desintoxicantes es de gran ayuda en casos de gota y artritis, el té de flores se toma contra el insomnio y ansiedad, pero además se puede usar para curar pequeñas heridas aplicándola de forma externa.