Antiinflamatoria y cicatrizante es un remedio útil en heridas y hemorragias.
La bella milenrama (Achillea millefolium) no ha sido una planta que haya pasado desapercibida. Sus virtudes ante las heridas eran bien conocidas en la antigüedad.
La bella milenrama es una planta muy apreciada y utilizada en la medicina popular, donde se le atribuyen, no sin razón, un sinfín de virtudes reparadoras. Se trata de una planta muy versátil, que destaca ante todo por su poder antiinflamatorio, antiespasmódico, hemostático y cicatrizante.
Está indicada en trastornos digestivos, para aliviar los espasmos gastrointestinales, las náuseas y el vómito. Estimula la secreción de jugos gástricos y la bilis, hace que se gane apetito, reduce la inflamación en hígado y vesícula y favorece la disolución y eliminación de los cálculos biliares y renales.
Se puede incluir para preparar una excelente fórmula diurética, indicada para evitar la retención de líquidos y facilitar la expulsión de las piedras del riñón. En tal caso, se combina a partes iguales con arenaria, cola de caballo y barbas de maíz: dos cucharadas soperas rasas por medio litro de agua. Se hierve un minuto y se deja reposar un cuarto de hora. Se puede tomar durante el día, incluso fría. Pero este remedio no puede usarse si se toman medicamentos para la hipertensión o cardiotónicos.
Aliada de la salud femenina
La milenrama es una planta aliada de la salud de la mujer, que se recomienda como remedio, para regular el periodo en menstruaciones irregulares o en exceso abundantes, para aliviar la tensión premenstrual y los calambres musculares, para favorecer la circulación pélvica y para tratar otros problemas como la leucorrea vaginal.
Una fórmula útil contra el dolor menstrual es la que combina a partes iguales, milenrama, salvia, cola de caballo y hojas melisa, a razón de una cucharada sopera por ración de agua. Se infusiona durante 10 minutos y se filtra. Se recomiendan dos tazas diarias, desde los nueve días previos a la llegada del periodo.
La milenrama se muestra también como un estimulante sanguíneo válido en caso de varices, flebitis y hemorroides. Es un buen remedio para favorecer la cicatrización de heridas y acelerar la curación de llagas y aftas bucales. En tal caso es eficaz la fórmula que la asocia a consuelda, caléndula y rabo de gato (Sideritis tragoriganum), a razón de tres cucharadas soperas por medio litro de agua. Se hierve 2 minutos, se deja en reposo 20 minutos y se cuela. Se remoja la herida con la infusión –con ayuda de una jarrita– y cuando se haya secado, se vuelve a rociar varias veces más. Se procede al lavado por la mañana y por la noche. Se puede conservar en la nevera.
Para las llagas en la boca, se usa la infusión en forma de gargarismos. Como opción alternativa, se aplica en cataplasma las hojas e inflorescencias hervidas sobre la herida sangrante para evitar la hemorragia.