En verano, es bastante común padecer insomnio transitorio, el cual puede definirse como la incapacidad para quedarse dormido o dormir bien durante unos días.
Tensión, estrés o excitación por alguna situación puntual (nervios por un examen o un acontecimiento importante, viajes, etc.) pueden ser las causas.
En vacaciones también puede que nos cueste dormir porque "añoramos” nuestra cama, por un exceso de calor, incomodidad, o porque nos cuesta adaptarnos al huso horario del lugar donde nos hemos trasladado.
La fitoterapia nos ofrece numerosas soluciones para la falta de sueño. Entre las plantas más destacadas tenemos:
- Melisa: se ha utilizado como remedio tradicional desde el siglo XVI para combatir los estados de nerviosismo. Tiene propiedades sedantes, ansiolíticas y protectoras del tejido nervioso, científicamente comprobadas.
- Espino blanco: efecto reductor de estados de nerviosismo y de ansiedad, también reduce problemas de insomnio y disminuye el ritmo cardiaco elevado en personas ansiosas.
- Verbena: tradicionalmente utilizada para facilitar la digestión y estimular la producción de jugos gástricos. Tiene propiedades sedantes que ayudan a conseguir un sueño de mejor calidad.
- Amapola de California: contiene un alcaloide con acción sedante que ejerce un efecto beneficioso sobre la calidad del sueño en la fase de conciliación y también sobre las fases profundas del sueño. Además tiene un efecto ansiolítico que alivia los estados de nerviosismo y ansiedad.
- Matricaria: posee efecto relajante, calmante y facilita la digestión. La buena digestión después de cenar es un factor importante para lograr un sueño de calidad.
- Tila: facilita el sueño gracias a sus propiedades sedantes del sistema nervioso.
Otro problema típico del estío es el jet lag. No sólo cuando cambiamos de banda horaria, sino cuando cambiamos nuestros propios horarios de forma brusca (acostarnos y levantarnos más tarde), nuestro organismo se desequilibra y nos cuesta conciliar el sueño. Para estos casos lo mejor es recurrir a la melatonina.
La melatonina es la hormona que regula el reloj biológico, también llamado ciclo de vigilia-sueño. Sin ella nuestro organismo no puede dormir, sino que sigue en activo a pesar del cansancio corporal y mental que podamos tener. La melatonina contribuye a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño, así como a aliviar la sensación subjetiva de desfase horario (jet lag). Una pequeña dosis en forma de complemento nutricional durante unos días o en casos puntuales puede solucionar este tipo de insomnio.